Receta Tarta de Queso Clásica
La tarta de queso es uno de esos postres que nunca pasan de moda. Su cremosidad, textura suave y sabor delicado la convierten en una delicia que encanta a todos los paladares. Ya sea que la prefieras con una base crujiente de galletas, con un toque de fruta por encima o en su versión más tradicional, la tarta de queso es un postre que siempre deja una impresión duradera. En Paype Sur os enseñamos cómo preparar una deliciosa tarta de queso casera
Ingredientes para la receta de Tarta de Queso
Para preparar una tarta de queso clásica, necesitarás los siguientes ingredientes:
Para la Base
200 g de galletas tipo Digestive o María
100 g de mantequilla derretida
Para el Relleno
600 g de queso crema
150 g de azúcar
3 huevos
200 ml de nata líquida para montar (crema de leche)
Ralladura de un limón (opcional)
Para la Cobertura
Mermelada de frutas (fresa, arándanos, frambuesa)
Frutas frescas para decorar
Instrucciones Paso a Paso
Paso 1: Preparar la base
- Tritura las galletas hasta convertirlas en migas finas.
- Mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas.
- Presiona la mezcla en el fondo de un molde desmontable, creando una capa uniforme. Refrigera mientras preparas el relleno.
Paso 2: Preparar el relleno
- Precalienta el horno a 160°C (320°F).
- En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave.
- Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
- Incorpora la nata líquida, el extracto de vainilla y la ralladura de limón (si la usas) y mezcla hasta obtener una mezcla homogénea.
- Vierte la mezcla sobre la base de galleta en el molde.
Paso 3: Hornear
- Hornea la tarta en el horno precalentado durante unos 60 minutos, o hasta que el centro esté firme pero aún ligeramente tembloroso.
- Apaga el horno y deja la tarta dentro con la puerta entreabierta durante una hora para evitar que se agriete.
- Luego, sácala del horno y déjala enfriar a temperatura ambiente antes de refrigerarla durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche.
Paso 4: Agregar la cobertura (opcional)
Añadir una cobertura a tu tarta de queso es una excelente manera de realzar tanto el sabor como la apariencia de este delicioso postre.
Antes de servir, extiende una capa de mermelada de frutas sobre la tarta y decora con frutas frescas si lo deseas.
Consejos y Variaciones
Consejos para preparar la Tarta de Queso
- Consejo para una textura perfecta: Asegúrate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente antes de comenzar. Esto ayudará a que el relleno se mezcle de manera uniforme y evitará que se formen grumos.
- Evita grietas: No sobrebatas la mezcla una vez que añadas los huevos. Batir demasiado puede introducir aire en la mezcla, lo que puede causar grietas durante el horneado.
- Control de la cocción: Para evitar que la tarta se cocine demasiado y quede seca, asegúrate de retirar la tarta del horno cuando el centro aún esté ligeramente tembloroso. La tarta seguirá cocinándose con el calor residual mientras se enfría.
Consejos para preparar la Tarta de Queso
- Tarta de Queso de Chocolate: Añade 200 g de chocolate derretido (negro, con leche o blanco) a la mezcla de queso crema antes de hornear.
- Tarta de Queso y Pistacho: Añade 100 g de pistachos molidos a la mezcla de queso crema. También puedes hacer la base de galleta mezclada con pistachos triturados. Decora con pistachos enteros o molidos y un poco de miel.
- Tarta de Queso y Dulce de Leche: Añade unas cucharadas de dulce de leche a la mezcla de queso crema y remuévelo ligeramente para crear un efecto de remolino. Opcionalmente, añade una capa de dulce de leche sobre la base antes de verter la mezcla, o úsalo como cobertura.
Historia de la Tarta de Queso
La tarta de queso tiene sus raíces en la Antigua Grecia, donde se cree que fue servida a los atletas durante los primeros Juegos Olímpicos en el 776 a.C. Se preparaba con queso fresco, miel y harina, una combinación que la hacía tanto deliciosa como nutritiva. Con la expansión del Imperio Romano, la receta de la tarta de queso fue llevada a Europa, donde se fue transformando según los ingredientes y gustos locales. La versión moderna de la tarta de queso, tal como la conocemos hoy, tomó forma en Nueva York a principios del siglo XX, cuando se empezó a utilizar queso crema, un ingrediente que le da su textura suave y cremosa característica.